BAJA CALIFORNIA 2006: VOTO DIFERENCIADO, ABSTENCIÓN Y TRIUNFO PANISTA
INTRODUCCIÓN.
E I proceso electoral de 2006 ha sido considerado como el más disputado en la historia reciente del país. La incertidumbre sobre los resultados de los comicios presidenciales se mantuvo hasta el último momento. El país se dividió exactamente en 16 entidades que le dieron el triunfo a Felipe Calderón Hinojosa y 16 que se inclinaron por Andrés Manuel López Obrador. En ningún estado obtuvo el triunfo Roberto Madraza Pintado. Quizás ese sea el saldo electoral más llamativo: la debacle priista. Incluso en entidades tradicionalmente bipartidistas como Baja California, la Alianza por México fue relegada al tercer lugar en el caso de la disputa presidencial. Sin embargo, en las elecciones de diputados y senadores hubo voto diferenciado a favor de los .candidatos de la alianza lidereada por el PRI; es decir, salvo el distrito 111, con cabecera en Ensenada, en los siete distritos restantes este partido obtuvo el segundo lugar en las preferencias electorales de los bajacalifornianos. Aunque matizado, el “efecto López Obrador” alcanzó a la entidad. Las cifras obtenidas por la alianza de izquierda parecerían impensables al margen de la candidatura del tabasqueño.
En Baja California se instalaron un total de 3,543 casillas dispuestas para recibir el domingo 2 de julio a 2 millones 22,735 ciudadanos inscritos en el listado nominal. Al final acudieron al llamado de las urnas 939 mil 582, es decir, el 46.97%; más del 50% prefirieron el “voto en casa”.
Es probable que el abstencionismo se pueda matizar por el fenómeno migratorio que caracteriza a la entidad y que conduce a un fenómeno
permanente de falta de actualización del padrón electoral. Pero la cultura política de la entidad parece incluir entre sus valores otras formas no tradicionales de participación de los habitantes norteños. Como lo vienen demostrando desde 1995, las urnas no parecen ser la prioridad para los bajacalifornianos. Para ello pueden influir factores como la crisis de los partidos, el bajo nivel de las campañas, el perfil de nuestra clase política, el cansancio electoral debido a la ausencia de concurrencia, etc.
Los saldos de la elección de 2006 nos informan que triunfó el PAN y que los priistas no estuvieron de acuerdo con su candidato presidencial. Que Andrés Manuel López Obrador tuvo una buena recepción en una entidad bipartidista y que el Partido Nueva Alianza recogió votos muy importantes en la elección de candidatos al Congreso que se sumaron a los del resto del país para conseguir su registro. La otra izquierda, representada por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, encontró en Patricia Mercado una candidata que le restó votos importantes a la izquierda que apostó por AMLO y que a la postre representó la diferencia mínima a favor de Felipe Calderón. Los datos incluidos son ilustrativos de que la democracia de los votos no es unívoca y que en las diferentes entidades del país la cultura política adquiere particulares formas de expresión.
