EL VOTO DIFÍCIL
En julio de 2001, tal como lo había hecho durante su campaña, el presidente Vicente Fox volvió a ofrecer a los mexicanos residentes en el extranjero la posibilidad de votar en las próximas elecciones presidenciales de 2006; a lo largo de su mandato ha reiterado su deseo de que los connacionales participen desde el exterior mediante el sufragio, de manera correspondiente con la importante participación económica que llevan a cabo a través del envío de remesas.
Uno de los temas no resueltos en el camino hacia la construcción y consolidación de la democracia en nuestro país es, sin duda, el del voto de los mexicanos en el extranjero. Según los datos oficiales, aproximadamente 1 O millones de personas de origen mexicano en edad de votar viven en el extranjero; de ese gran universo, el 99 por ciento reside en Estados Unidos. Es un dato que no parece tener parangón en el mundo occidental. Casi 3 millones de ellos son indocumentados, es decir, no cuentan con documentos legales para vivir en Estados Unidos. La mayoría de nuestros connacionales vive en Califomia, Texas, Arizona, Illinois y Nueva York. Se trata de una muy alta concentración de mexicanos en cinco estados de la Unión Americana, referencia muy importante a tener en cuenta en cualquier estrategia para incluirlos en un proceso electoral nacional.