BAJA CALIFORNIA. DEMOCRACIA SIN VOTOS
PRESENTACIÓN.
En este trabajo se analiza el proceso electoral 2015-2016 en el estado de Baja California. Fue una de las 14 entidades (13 y la Ciudad de México) cuyos ciudadanos acudieron a las urnas el domingo 5 de junio (2016). La jornada electoral arrojó importantes resultados. Es histórica por al menos dos razones. Habrá dos alcaldesas por primera ocasión en la historia política de la entidad. En segundo lugar, participaron por primera vez en una elección local candidatos independientes o sin partido. En total fueron siete candidatos a las alcaldías y siete al Congreso. Había mucha expectativa por saber cuál sería la respuesta ciudadana, particularmente en el caso del municipio de Tijuana. Sin embargo, la reacción a la oferta de los dos candidatos fue limitada. En tercer lugar, se confirma el bipartidismo que caracteriza a la cultura política bajacaliforniana; triunfó el PAN y perdieron el PRI, el PRO y el resto de los partidos. El PAN ganó las alcaldías de Mexicali, Tijuana y Playas de Rosarito. Mientras que en Tecate y Ensenada triunfó la alianza encabezada por el PRI. Todavía más, el PAN obtuvo resultados favorables en 13 de los 17 distritos electorales. Lo anterior enmarcado en el fenómeno de la persistencia del abstencionismo. Los bajacalifornianos rechazaron una vez más el acudir a las urnas. Apenas un 32.65% de los ciudadanos salieron a votar. Ni la proliferación de partidos y candidatos (por ejemplo, hubo 12 candidatos a la alcaldía de Tijuana), ni las campañas de promoción del voto lograron concitar el interés de una sociedad que prefiere que unos pocos decidan por la amplia mayoría quien los represente.